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Reciclaje, en pro del planeta… y de la economía

En esta lucha contra la contaminación que causan materiales sólidos, como plásticos, aluminio o unicel, mucho se habla del reciclaje. Sin embargo, aún existe desconocimiento sobre las ventajas que brinda al medioambiente.

Para empezar, reciclar no es lo mismo que reusar. Por ejemplo, cuando alguien se termina el contenido de una botella de agua y la rellena, la está reusando; pero si, en vez de eso, es aplastada y colocada en el lugar de los residuos PET, con la intención de que, mediante procesos mecánicos, físicos y químicos, se transforme en nuevos materiales o productos, eso es reciclar.

reciclaje

De acuerdo con la asociación civil Ecoce, en el país generamos 100 mil toneladas de residuos al día, mientras que la Ciudad de México es responsable de 10 por ciento de estos. Esta institución también afirma que catalogar a los materiales o residuos como “buenos” o “malos”, no es la panacea para dejar de usarlos, sino que las acciones deben estar enfocadas a su óptima recolección después de su desecho.

Al reciclar materiales, ya sea plástico, aluminio o vidrio, la industria ahorra recursos naturales no renovables, como petróleo, gas natural y minerales. Asimismo, se disminuye el consumo de energía, agua y la emisión de gases de efecto invernadero producidos por la industria.

Otro de los beneficios es que mediante el reciclaje se mejoran las oportunidades y condiciones de trabajo de los sectores o gremios de pepenadores, se impulsa la industria nacional de reciclaje, se generan empleos directos e indirectos y se alienta el autoempleo.

Ropa reutilizada

La responsabilidad social adquiere un papel fundamental; y, si bien es cierto que desde nuestros hogares no podemos hacer este proceso de reciclaje, podemos llevar a cabo acciones de recolección y separación de residuos para que estos materiales se aprovechen al máximo.

Comenzar guardando nuestros residuos y luego echarlos en un bote, es la mejor opción para este cambio. Recuerda: separar los desechos en orgánicos (los de origen natural que pueden echarse a perder) e inorgánicos (papel, cartón, vidrio, metales y plástico), ayudará a que estos materiales se transformen de manera eficiente.

Si queremos cambios en nuestro planeta, debemos empezar por nuestro hogar. Fomentar estas prácticas en los pequeños y llevarlas a cabo, no solo beneficiará al planeta, sino que reducirá el volumen de residuos generados en nuestra casa, escuela y oficina.

No lo olvides: los buenos hábitos se construyen todos los días.

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