¿Qué tanto cuidamos nuestro planeta?
Mucho se habla de las deforestaciones masivas, la acumulación de desechos y la contaminación de los mares. Mientras, los planes de acción quedan cortos para resarcir el daño provocado a la Tierra.
Pero ¿cuándo comenzamos a preocuparnos por esta?
Cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, con el afán de invitar a la población, más allá de la reflexión, a cambiar hábitos y sumar acciones en pro de los ecosistemas.
El origen de esta celebración data de 1970, cuando en Estados Unidos surgieron las primeras protestas en contra de la contaminación del aire por el uso masivo del automóvil, así como la irresponsabilidad de las industrias.
En aquella época el medioambiente no era prioridad en la agenda política, (bueno, al parecer, tampoco en esta).
Sin embargo, vivimos otra realidad, donde el cambio climático y el aumento en la temperatura del planeta cumplen un papel trascendental. Ante esta crisis, la mayoría de los gobiernos se limitan a compromisos climáticos dictados en el Acuerdo de París, sin implementar medidas extraordinarias para disminuir el daño.
Actualmente, la Tierra vive un calentamiento de 1,1 °C; pero, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, podría llegar a 3,2 °C durante este siglo.
¿Cuáles serían las consecuencias?
Con un calentamiento de más de 1,5 °C, 70 % de los arrecifes de coral morirán; y a 2 °C se perdería, prácticamente, ciento por ciento de ellos.
Los insectos encargados de la polinización de plantas y cultivos también perderían la mitad de su hábitat. En cuanto al nivel del mar, con 2 °C, aumentaría su nivel 100 centímetros; mientras, las sequías, tormentas y fenómenos meteorológicos extremos incrementarían su periodicidad.
Según el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2019, estamos cerca de rebasar los límites y condenar a los seres vivos a un futuro con graves impactos climáticos.
Greenpeace, en su sitio web, sugiere una lista de acciones individuales para poner en marcha en nuestros hogares; por ejemplo: reducir la potencia eléctrica, adquirir electrodomésticos de mayor eficiencia energética, utilizar focos led, no dejar enchufados cargadores y transformadores, optar por el uso de celdas solares, entre otros
No podemos esperar a las medidas dictadas por los gobiernos. Debemos tomar conciencia individual, reunirnos con la familia y platicar opciones de cambios en nuestros hábitos para detener el calentamiento global.
Difundámoslo: ¿qué hace su familia para cuidar la Tierra?