Por usted y el planeta
Alejandra Cervantes NeribTw: @lilly_alee
Apartir de la Revolución Industrial, los hábitos alimenticios de la población dieron un giro de 180 grados. Se dio paso a la ganadería bajo la premisa de criar animales para obtener la máxima producción de carne, leche y huevos en el menor tiempo posible y al más bajo costo. Este fenómeno cambió los procesos e impactó en la salud mundial.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, desde 1975, la obesidad se triplicó en todo el planeta. Tan solo en 2016, alrededor de mil 900 millones de adultos de 18 años o más presentaban sobrepeso y, de ellos, 650 millones eran obesos.
El excesivo consumo de carne está asociado al aumento de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Además, la ganadería industrial también contribuye a desarrollar resistencia a los antibióticos, tanto en humanos como en animales.
Deje usted la conciencia... ¡el medioambiente!

Los daños de la ganadería industrial también impactan en el cambio climático. Según Greenpeace, el sector agrícola es responsable de 24 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Y eso, es solo el comienzo.
Otras cifras indican que 80 % de la deforestación mundial, es resultado de la expansión agrícola, destinada, en su mayoría, a alimentar animales en vez de personas.
Asimismo, los nitratos derivados del uso masivo de fertilizantes sintéticos y de la descomunal cantidad de excrementos generados por la ganadería industrial, se filtran en la tierra y en los acuíferos.
Cero consumo animal
Desde 1994, cada 1 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Veganismo. Más que una manera de alimentación es un estilo de vida.
El objetivo es reflexionar sobre aquello que consume el ser humano, incluida la vestimenta, es decir, no usar ropa de origen animal; tampoco comer productos de experimentación animal.
No solo se busca denunciar la insostenibilidad del actual sistema agroalimentario, basado en dietas excesivas de carne y otros derivados animales, sino en las consecuencias de salud mundial y medioambiental.
Vivimos una crisis sin precedente, el planeta está en juego y nuestra salud mermada. Llevemos a la reflexión nuestros hábitos y hagamos conciencia del mundo que dejaremos a las futuras generaciones.