Con el agua, no es escasez, sino mala gestión

Edith González, enviada Tw: @ecologistaurba1

El primer encuentro de este tipo se realizó, en 1977, en Mar del Plata, Argentina. Ahora, luego de 46 años, y con el firme propósito de hacer del acceso al agua y al saneamiento un verdadero derecho universal hacia 2030, se realizará en su sede de Nueva York.

De acuerdo con datos de Naciones Unidas, a la fecha, 2,200 millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua potable y 4,200 millones viven sin un saneamiento adecuado. Por ello, en esta reunión se espera una amplia discusión sobre la necesidad de implementar nuevos modelos de inversión para mejorar ambos aspectos.

Para los especialistas, esta reunión marcará un hito en la gestión del agua. Si bien, a gran escala, desde finales del siglo pasado se recomendó eliminar la construcción de grandes represas y otros embalses que alteraban el ecosistema y comprometían la recuperación de las cuencas hidrográficas y los principales ríos, ahora el foco de atención apunta a la gestión local.

México es un claro ejemplo de esa mala gestión. El especialista Óscar Ocampo, coordinador de Energía y Medioambiente, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), A.C., señaló: “Nuestro principal reto pasa por el mantenimiento de la infraestructura, reducir las pérdidas por fugas y tener mejores mediciones, con datos puntuales sobre la situación del agua, el consumo y su disponibilidad.

“El eslabón más débil es el municipio. México tiene 2,446 municipios, de estos pocos son viables en lo financiero y operativo, ya no hablemos del agua, sino en general. Aquí, el gran reto es cómo hacemos para que tengan los incentivos e invertir en modernización, mantenimiento y expansión de tuberías, de alcantarillado”.

Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua, 2018), 50 % del agua que se distribuye por la red hidráulica en las principales ciudades el país, se pierde por fugas.

Sí, el cambio climático ha impactado en la disponibilidad del agua, ha incrementado las sequías prolongadas, pero también ha generado más lluvias; la actual crisis del agua no apunta a este factor, sino a la acción humana.

“Lo que requerimos es planear para adaptarnos al cambio climático y darle una buena gestión a este recurso hídrico, con esos nuevos patrones que han cambiado de forma notable en los últimos años. De 10 mil m3 de disponibilidad per cápita de agua que teníamos en 1960, pasamos a 3 mil, y si sigue la tendencia, para 2030 vamos a llegar a menos de 3 mil; sin embargo, no se debe a la escasez, mucho se explica por la mala gestión y al mal manejo de la infraestructura. Es por ahí donde habría que corregir cosas para evitar llegar a una crisis de disponibilidad del agua en México en el mediano plazo”, concluyó Ocampo.

Así es que, para este 22 de marzo, Día Mundial del Agua, le proponemos, más que celebrar, poner manos a la acción: revisemos que no haya fugas en nuestros hogares o centros de trabajo, instalemos sistemas ahorradores y reflexionemos sobre el consumo, siempre pensando en hacer un uso consciente del vital líquido.