#SíMiPlaneta

Anfibios, los verdaderos ancestros

Edith González C.
Tw: @ecologistaurba1

Seguro conoces a las ranas, lagartijas, ajolotes y salamandras, pero ¿qué tal los tritones y cecilias? Pues, ¡son parientes! Todas estas especies conforman el amplio grupo de anfibios y suman alrededor de 8,588 en el mundo, muchas más que de mamíferos, con 5,400.

“Los anfibios son el grupo más antiguo de vertebrados terrestres; fueron los colonizadores de la Tierra. La vida nació en los océanos, ahí se dio la primera evolución de los vertebrados y, cuando salieron a la superficie terrestre, los primeros en hacerlo, fueron los anfibios. Llevan alrededor de ¡400 millones de años en nuestro planeta, incluso sobrevivieron a los dinosaurios! En comparación, los seres humanos -el homo sapiens- tienen entre 150 y 250 mil años”, refirió la doctora Leticia Ochoa, profesora en la Facultad de Ciencias, de la UNAM.

Solo por antigüedad y resistir a cambios ambientales drásticos, los anfibios deberían ser de las especies más protegidas del planeta; sin embargo, su situación es crítica: están sufriendo la peor crisis de extinción de toda su historia.

ajolote

En México, 60 % de la herpetofauna (más anfibios que reptiles) es endémica. Ello nos coloca en el quinto lugar del mundo entre las naciones con mayor diversidad en este tipo de especies. Y si estas se pierden en el país, ocurrirá lo mismo en todo el orbe.

“Hay amenazas particulares para cada ser vivo, ocasionadas, en general, por la pérdida de cobertura vegetal o la contaminación de ríos y lagos; pero más que esta, les afecta la falta de ríos, arroyos, bosques, etc., porque hay especies tolerantes; pero, si se pierde su hábitat, ahí sí, ya no hay forma de revertirlo: o te adaptas, o te mueves, o te extingues, son las opciones para quien sea, incluidos los anfibios”, enfatizó la experta.

¿Si nos quedamos sin anfibios?

Los anfibios son importantes en el funcionamiento de los ecosistemas. Hay estudios que demuestran cómo, con su ausencia, cambiaría todos los flujos de elementos, como el carbono y sodio.

Además funcionan en el ecosistema como transmisores de nutrientes, materia y energía, de medios acuáticos a terrestres. Están involucrados en varias cadenas tróficas y controlan plagas de insectos que podrían causar malaria, dengue y fiebre amarilla, entre otros padecimientos. 

Doctora Ochoa

Por todo esto, la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza declaró, el 28 de abril, como el Día Mundial de los Anfibios, con la finalidad de promover su cuidado y conservación.

La doctora Ochoa considera esta fecha un buen momento para enfocarnos en conservarlos, y no centrarnos en lo negativo.

“Por supuesto, habrá especies que no sobrevivan, pero como grupo, algunas de anfibios seguirán existiendo. Y para cuidarlos hay que proteger sus hábitats: promover más parques, áreas verdes, árboles, jardineras, corredores biológicos, ríos, arroyos”.


Últimas notas