Amigos con derechos
Los animales siempre han estado relacionados con los humanos: de manera simbólica, como dioses o nahuales, o genética, con la evolución de las especies, o instrumental como alimento, vestido o compañía. Al margen de su función, son parte de la naturaleza y merecen igual respeto y protección.
Para poner en el debate mundial su importancia, desde 1929 cada 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, por coincidir con el santoral dedicado a San Francisco de Asís, patrono de los animales.
A fin de entender la relevancia del tema, presentamos un breve recuento de cómo se ha transformado la noción de los animales respecto a los humanos.
Evolución de las ideas
En la Edad Media, la exaltación por el culto al hombre desencadenó una serie de actitudes negativas hacia los animales, considerados inferiores. Así, durante 15 siglos, se justificó el maltrato y la crueldad.
Con la llegada del Renacimiento y la Ilustración, las ideas del hombre como centro del universo se renovaron y dieron paso a una nueva época que puso en la mesa de debate el derecho a protegerlos.
Jeremy Bentham, filósofo y activista por los derechos humanos, planteó que la cuestión no es si los animales pueden hablar, sino si pueden sufrir. Con ello, sentó las bases éticas sobre el trato hacia ellos.
Con la Revolución Industrial, los nuevos sistemas de producción masiva se aplicaron también a ellos: aparecieron las granjas de cría industrial y, en consecuencia, las condiciones inhumanas para la alimentación de una población creciente, mientras el desarrollo de la ciencia empujó a una mayor experimentación con animales.
Para la década de 1970, la movilización por su defensa tomó un nuevo vuelco y se reforzó al calor de otras como la estudiantil, la feminista, por los derechos humanos, la ecología y la paz.
A finales de los noventa, el reconocimiento de los derechos ya era una realidad en todo el mundo.
Paso a pasito
Este impulso a darles protección se ha acelerado en todo el orbe a partir de 2000 con la puesta en marcha de varias leyes y políticas públicas.
Para los expertos, aunque Inglaterra fue el primer país en legislar contra la crueldad animal, en 1876, no fue sino hasta 2006 cuando promulgó una Ley de Bienestar Animal, además, se considera a Estados Unidos como el primero en hacerlo de modo más avanzado en lo jurídico, ya que su ley data de 1966. Desde entonces vela por su prevención y bienestar. En cambio, Inglaterra lo hace contra la crueldad ya aplicada. Además, en 2019, Estados Unidos aprobó tipificar el delito de crueldad animal en todo el país.
De acuerdo con el Inegi, México ocupa el tercer lugar en América Latina en maltrato animal y el primero en cantidad de perros callejeros. A la fecha, existen diversas leyes que regulan darles protección y, poco a poco, los estados las han ido adoptando; sin embargo, aún falta generar un marco jurídico vinculante y con sanciones que las garanticen.
En este sentido, la Ciudad de México sentó un precedente, en 2012, al tipificar en el Código Penal los actos de maltrato, crueldad y asesinato.
Además, existen varias instituciones que velan por los animales como la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México, la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Agencia de Atención Animal de la Ciudad de México, AGATAN.
Simplemente amigos
Al margen de los reglamentos, leyes y demás instrumentos jurídicos, el trato hacia los animales es una elección personal. Empecemos, entonces, por hacerlo con dignidad y respeto todos los días.